EL PROCESO DE LA EROSIÓN

La erosión es un proceso de desgaste que ocurre naturalmente, no obstante es casi siempre magnificado por la acción del hombre. Podemos distinguir básicamente dos tipos de erosión que actúan sobre el suelo: (1) la geológica, que es a largo plazo, y es el proceso que dio origen a la mayor parte de la topografía actual; y (2) la erosión antrópica, la cual es provocada por el hombre.

El proceso de erosión hídrica comprende la desagregación, transporte y sedimentación de las partículas del suelo por las gotas de lluvia y el escurrimiento superficial. Durante una lluvia, parte del agua caída se infiltra en el suelo y pasa a formar parte del almacenamiento de agua o bien percola hacia mayores profundidades. La infiltración ocurre a una cierta velocidad que es determinada por las características del suelo. Cuando la velocidad con que cae la lluvia es mayor a la velocidad de infiltración comienza el escurrimiento, arrastrando las partículas sueltas y las que son desagregadas por su impacto.

La concentración del escurrimiento origina procesos erosivos con efectos fácilmente visibles, sin embargo las pérdidas comenzaron mucho antes.

Cuando el suelo está expuesto, la desagregación por el impacto de las gotas de lluvia es una acción generalizada es decir que ocurre en forma homogénea en toda la superficie del campo. Por otro lado, la desagregación originada en el escurrimiento del exceso hídrico es una acción dirigida que actúa sobre una pequeña parte de terreno donde la concentración de la corrida de agua hace que alcance velocidades erosivas. La sedimentación, muchas veces observada lejos del lugar de origen, suele provocar tanto o más daño que la erosión misma. La sedimentación ocurre cuando la velocidad del escu-rrimiento disminuye, comenzando con las partículas más pesadas como agregados y arena y posteriormente las más livianas como el limo y la arcilla.

El arrastre ocasionado por el escurrimiento tiene tres orígenes principales: (1) zona entre surcos (EES), donde el escurrimiento no está concentrado; (2) zona de los surcos (ES), áreas relativamente pequeñas y transitorias que son borradas por las labores y donde el escurrimiento comienza a concentrarse; y, (3) zona de cárcavas (EC), expresión máxima del fenómeno erosivo, donde el escurrimiento presenta gran capacidad de arrastre. El problema de la erosión entre surcos y la erosión en los surcos es que no son fácilmente observables, por lo que el impacto de la erosión se detecta a través de los rendimientos, momento en el que ya es demasiado tarde.

Figura 1 Efecto de la longitud de la pendiente sobre la erosión total y el tipo de erosión. Esta figura muestra la influencia de la longitud de la pendiente sobre la erosión total, y el tipo de erosión predominante.

La acción del hombre aumenta la susceptibilidad a la erosión a través de diferentes maneras. Básicamente, dejar el suelo sin cobertura que atenúe el efecto de las gotas de lluvia, la destrucción de la estructura primaria que reduce la estabilidad y disminuye la infiltración son formas de aumentar la probabilidad de erosión hídrica.

Más allá de estas técnicas de manejo que reducen o aumentan la erosión, la actividad agropecuaria en general aumenta el escurrimiento de agua que no infiltra si lo comparamos con los ecosistemas naturales. Esto, combinado con pendientes largas y la ya baja infiltración natural de los suelos vérticos, da lugar a un gran potencial erosivo. Por lo tanto, las técnicas de control de erosión más efectivas se basan en eliminar el agua excedente sin permitirle que alcance velocidades erosivas.